martes, 5 de abril de 2011

Conocimiento y mercado

Estamos de acuerdo que el todo el conocimiento que en el mundo pueda existir, se encuentra disperso entre cada uno de los habitantes que lo integramos.
Supongo que así mismo coincidimos en que adquirimos nuestro conocimiento en la lectura, el estudio, la costumbre y la relación que tenemos con los demás, que con lo aprendido elaboramos nuevas hipótesis de trabajo, de pensamiento, tomamos nuestras propias decisiones, fabricamos nuevas ideas, y todo ese entramado de conocimiento disperso conforma el sustrato donde progresamos los individuos y, consecuentemente, la sociedad.
De esta manera es sencillo concluir que nadie puede tener el conocimiento suficiente para dominar cualquiera de las parcelas donde se desarrolla el hombre: dinero, energía, comercio, cultura, etc. Nadie tiene conocimiento bastante para estar por encima de la sociedad y dominarla, si no es a través del uso de la fuerza y la coacción. En este contexto se desarrolla el principio de no agresión y de ejercicio de la libertad individual que ha garantizado el desarrollo continuado y pacífico de la sociedad occidental desde hace 2.500 años.
De la relación entre las personas surgen convenios y contratos sobre los cuales se asientan compromisos y obligaciones entre las partes especializadas e informadas en la materia estipulada. Sólo los intervencionistas, entre los que se encuentran los que desde el poder quieren moldear la sociedad -políticos-, los que interpretan las normas bajo su particular interés -burócratas- y los que quieren cambiarla basándose en el conocimiento científico -tecnócratas- proponen nuevas regulaciones contra el entramado normativo que espontáneamente ha surgido entre los individuos durante tan dilatada civilización.
Las intervenciones contrarias al orden espontáneo tratan de diseñar la sociedad de acuerdo con un proyecto de ingeniería política contraria al derecho que las personas hemos elaborado de manera abstracta, no intencionada.
Los gobernantes debieran basar su acción política en defender la libertad individual, la propiedad, la seguridad y la vida, garantizar el compromiso y la garantía de cumplimiento de contratos entre particulares y respaldar las iniciativas individuales y colectivas como principio del intercambio de conocimientos donde se desarrolla el libre mercado.

  

2 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo: nadie puede tener el conocimiento suficiente para dominar cualquiera de las parcelas donde se desarrolla el hombre. Pero el principio de no agresión y de ejercicio de la libertad individual que ha garantizado el desarrollo de la sociedad occidental no se da desde hace 2.500 años. Yo casi me atrevo a decir que han sido más las temporadas de negación de las libertades individuales que lo contrario. Sirva de muestra los famosos últimos 40 años (1939-1979). Pero no puedo creo que todos los "intervencioistas" sean nefastos. De acuerdo en que no suscribo todas sus acciones por sistema. Pero cero que la Historia nos ha demostrado que en las sociedades con libertad de mercado, son necesarias "intervenciones" de los poderes públicos para garantizar los derechos de determinadas personas no óptimamente formadas: véase si no el caso Murdok (no sé si está bien escrito)que dejó sin ahorros a una inmensa legión de pequeños ahorradores. Y esto es así porque cuando una persona u organismo acumula mucho poder, lo más normal es que lo utilice en su favor, sin preocuparse del principio de no agresión del que hablas. Creo en la economía de libre mercado, pero no creo tanto en la ética de libre mercado, en la moral de libre mercado, etc. No podemos extrapolar.

    ResponderEliminar
  2. Hace 2500 años se estableció el modelo filosófico-político que esentaron las bases de lo que hoy se conoce por civilización occidental que no son otras que la garantía de los derechos fundamentales del hombre, el iusnaturalismo o la common law anglosajona. Desde entonces los derechos han sido pisoteados por gobernantes "intervencionistas", principalmente durante el siglo XX.
    "la Historia nos ha demostrado que en las sociedades con libertad de mercado, son necesarias "intervenciones" de los poderes públicos". Eso no es cierto, Enrique, porque no ha habido periodo histórico con libertad de mercado, en todas las épocas ha habido intervención de los gobiernos en el mercado.
    El caso Murdok es el paradigma de la intervención, primero porque el mundo financiero es el más intervenido del mercado, segundo porque el gobierno de los EEUU no actuó o no quiso actuar a tiempo ya que era su responsabilidad y tercero porque el sistema piramidal del ahorro no está permitido en la empresa privada y sin embargo es el utilizado en la financiación de las pensiones en España.
    Nadie, excepto los gobernantes, acumulan poder para dominar cualquier sector de la economía o las finanzas. La ética del libre mercado es la ética de la libertad individual basada en el principio de los derechos del hombre.

    ResponderEliminar