viernes, 9 de septiembre de 2011

¡¡ QUE VARA TAN DISTINTA DE MEDIR !!

Empezaré diciendo que soy Católico mal-practicante, como creo que lo son actualmente la mayoría de españoles, en mi comentario de hoy me referiré exclusivamente a la reciente visita de Benedicto XVI a Madrid con motivo de la celebración de las JMJ (Jornadas Mundiales de las Juventudes Católicas) durante algo más de 3 días .

Mi comentario viene a cuento de las “radicales y violentas contramanifestaciones” que se han organizado protestando por la presencia del Papa en Madrid, y pidiendo explicaciones a las distintas administraciones de los gastos y de las molestias que la visita de Benedicto XVI y las Jornadas en si han ocasionado.

Más allá de que estoy absolutamente convencido de la rentabilidad económica de la visita Papal y de las Jornadas, midiendo ambas con criterios de lo que hoy se llama “poner una ciudad - en este caso Madrid - en el mundo”, potenciando al máximo la visualización de sus atractivos turísticos para así poder generar la mayor riqueza posible para Madrid y España, teniendo en cuenta además que somos la 3ª o 4ª potencia mundial en turismo, y que necesitamos llamar al máximo la atención en todo el mundo para que nos visiten cuantos más turistas mejor.

No soy capaz de entender como una minoría de gentes se dedican a perturbar la tranquilidad de más de un millón de personas correctísimas, venidas de todo el mundo a proclamar sus convicciones religiosas de manera absolutamente civilizada, respetuosa y educada.

Díganme por favor señores manifestantes quien en el mundo es capaz de reunir durante tres días y medio cerca de un millón y pico de personas para que un señor que lidera una Iglesia con más de 2.000 años de antigüedad, le diga al mundo entero la necesidad urgente que tenemos de tender la mano a los demás, de lo imprescindible de una sociedad mejor y más justa, de la importancia de recuperar una sociedad más comprometida, respetuosa, y solidaria que la que tenemos, de la injusticia del paro, de cómo poder ayudar al prójimo, etc. etc., de lo que en definitiva Vds., señores manifestantes, saben bien poco.

Su poder de convocatoria no va más allá de medias docenas de amigos que se creen saberlo todo y que se consideran unos iluminados - no precisamente por sus títulos universitarios, ni por los libros que han escrito -, y claro a falta de mayor notoriedad no tienen Vds. mas remedio que hacer lo imposible para manifestarse, enfrentarse a la policía y provocarla, y que un amigo suyo grabe un video con los momentos más violentos, si es posible con sangre mejor, para colgarlo inmediatamente en You Tube y hacer que todo el mundo crea que la policía “democrática”, y no Vds., es la violenta – algunos policías a veces se pasan cierto, pero nadie es perfecto -, y así Vds. con estos videos recién tomados y unas fotos bien preparadas, y con el apoyo de determinados medios, cada vez menos, Vds. queden como las víctimas de la falta de libertad de expresión, y los televidentes lleguen a creer que fue realmente así como ocurrió en la realidad. Pues no queridos, de no ser por las situaciones que Vds. fabrican intencionadamente en sus manifestaciones no saldrían ni en los periódicos del dia siguiente.

¿En qué les molestaban el Papa y sus seguidores?, quieren saberlo, yo se lo diré, en que ellos son infinitamente más tolerantes, mas demócratas, y más educados que Vds., que ellos y muchísimos de nosotros somos capaces de aceptar, con mejor o peor gana, sus permanentes manifestaciones, pancartas, pintadas y chabacanerías con las que nos presionan continuamente, con el único objetivo inconfesable de imponernos su modelo de vida y de sociedad, pero sepan que no van a conseguirlo, sencillamente porque nosotros somos mejores que Vds., tenemos la razón, y somos mayoría.

¿Porque no salen a la calle a protestar y a preguntar quién paga los gastos y sufre las molestias cuando Sevilla, Barcelona, Madrid, y otras ciudad (Valencia casi nunca) organizan campeonatos mundiales o europeos de Futbol, Natación, Baloncesto, Atletismo, Petanca, Gimnasia, u otros mil acontecimientos más?. No, entonces no salen de sus casas y se quedan viendo en la caja tonta de la televisión el espectáculo que les si les gusta, sin preguntarse ni una sola vez quien paga aquella fiesta, ni cuanto le cuesta a TVE retransmitir todo aquello. Tampoco se preguntan, precisamente en Madrid, cuánto nos está costando preparar un proyecto, dos, y hasta tres veces, para conseguir que Madrid sea ciudad Olímpica, y ya con muchas de las infraestructuras terminadas, no sé si pagadas, pero si terminadas y sin prácticamente ningún uso. Desafortunadamente hasta hoy, y por lo que se ve también la próxima vez, con poco éxito y mucho gasto, y Vds. se callan.

¿Como es posible que no se hagan Vds. las mimas preguntas que se hacen con el Papa y “no” salgan a las calles a protestar airadamente cuando “todos los años, todos”, -no una vez cada muchos como ha sido el caso del Papa en Madrid-, se celebra en las principales calles de muchísimas ciudades de España, “el dia del orgullo gay y lesbiano”, y ven en plena calle como una serie de señores nos enseñan sus brillantes cuerpos o flácidos culos, y se besan apasionadamente en la boca unos con otros sin importarles si son o no pareja, ni quien les está mirando, mientras unas señoras enseñan sus tetas y sus labios gruesos todo ello bien relleno de silicona y a punto de reventar, y muchas otras presumen de sus grandes colgajos en sus ridículas barrigas, y mueven sus cuerpos a ritmo de samba proclamando a los cuatro vientos su orgullo gay y su lesbianismo?. ¿Y Vds. no hacen ninguna manifestación de protesta, ni se pregunten quien paga todo aquello, ni cuantos servicios municipales requiere tantas manifestaciones?.

Mientras nosotros nos morimos de vergüenza, pero en silencio, aceptando, nos guste o no, el decadente espectáculo que se nos ofrece, y no se nos acurre manifestarnos para que nos expliquen quien paga la ocupación de esas calles, la organización, la policía, los equipos de limpieza, las luces, etc.

Para los que hayan puesto el grito en el cielo, me apresuraré a decir que por supuesto que respeto y acepto la inclinación sexual de cada cual, faltaría más, no, en ningún momento me he referido a decisiones personales que todo el mundo tiene derecho a tomar en el sentido que quiera.

Lo que si me gustaría dejar claro es que los intolerantes con el Papa y con muchas más cosas son Vds., los de siempre, y que los tolerantes somos el resto de los ciudadanos que les aguantamos cada dia sus manifestaciones, sus pancartas, y toda una colección de vulgaridades, probablemente muchas de ellas subvencionadas, con las que permanentemente nos obsequian.

Por cierto no vi ninguna pancarta, en ninguna de las manifestaciones, que dijese algo así como “GRACIAS CARITAS”, o cualquier otra alusión de agradecimiento a las muchísimas organizaciones que sin ánimo de lucro gestiona con éxito la Iglesia Católica, aunque a Vds. les gustaría que no fuese así.

Paco Santonja Llinares
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