jueves, 30 de junio de 2011
El Estado coarta la libertad educativa
Los españoles, durante los últimos treinta años, y antes con el franquismo, hemos vivido nuestra educación ordenada por las leyes. Desde la implantación de la educación gratuita por el Estado no ha cesado la legislación de decirnos cómo debe ser nuestra educación. Pocas son las aportaciones de críticos acerca de un modelo educativo que nada tenga que ver con el Estado. Generalmente muy pocos conciben un sistema educativo líbremente elegido por los padres y aplicado en la escuela que sientan debilidad de acuerdo con sus preferencias. Pero existen tales modelos.
Ha habido discusión acerca de que la educación de los hijos debe ser responsabilidad exclusiva de los padres, mas para ello debía haber posibilidad de elección del sistema educativo, pero la ley nos impide elegir puesto que solamente da una opción educativa. Por ejemplo, todos los españoles tenemos garantizado la gratuidad de la enseñanza primaria, pero tan solo en la escuela pública y en la concertada. No hay otra posibilidad, como recibir el cheque igual para todos y elegir el centro que los padres prefieran, incluso escoger la enseñanza en casa, fuera de la escuela.
En efecto, la educación de los hijos debía ser responsabilidad exclusiva de los padres. Cuando los padres se preocupan por la enseñanza y educación de los hijos, consideran todas las posibilidades a su alcance para darles lo mejor. El Estado y sus gobiernos, con las leyes educativas merman la elección del centro y del sistema que líbremente deberían escoger los padres.
viernes, 24 de junio de 2011
Presión fiscal contra el progreso
sábado, 18 de junio de 2011
Miedo a la nuclear? No gracias
viernes, 17 de junio de 2011
Cada vez entiendo menos al Sr. Camps
¿Puede hacerlo, lo permite el Estatud?
¿Que mayoría necesita para una cambio de esta importancia?
¿La Ley que regula las Elecciones Municipales también es Autonómica, o es estatal?
¿Que pretende, asustar a Compromis?
¿Distraer la atención de los importantes problemas de deuda y con la justicia que tiene?
No entiendo nada, con los problemas que tenemos y que plantee esto ahora.
Paco Santonja
miércoles, 15 de junio de 2011
Violencia, silencio, miedo
Violencia en la puerta de la casa de Ruiz Gallardón.
Violencia a la entrada del Parlament de Catalunya. (Cike para ver vídeo)
¿Quienes son ellos? ¿Antisistema, 15-M, gays, batasunos, bildu, okupas, unos que por allí pasaban ...? ¿Qué se esconde detrás de esta movida?
Las encuestas muestra a la crisis económica como principal preocupación de la mayoría. Pero la seguridad de todos los ciudadanos es misión del Estado de Derecho y aquí no se mueven los que debieran.
La violencia crea extraños compañeros, imaginarios fantasmas instigadores del miedo, generador de silencios.
La violencia no se combate con más violencia, hay que denunciarla, darle la cara. Si el Estado no lo hace, habrá que plantarse ante ella.
Violencia incitadora del miedo, miedo que abre silencios, silencios que secuestran la libertad.
¿Seguimos callados?
sábado, 11 de junio de 2011
Una jornada de reflexión particular.
Eso es lo que le ocurrió. Él no lo pretendía pero de repente se vio envuelto de un grupo de gente que ahora se llama joven, aunque tenga alrededor de treinta años. Bueno, pensó, si al fin y al cabo son de mi edad. Esa noche no fue a dormir a casa. Esto no era anormal y a su madre no le extrañó nada. Al día siguiente cuando ella se levantó de la cama y puso la radio mientras realizaba su aseo personal, oyó las noticias anunciando que el movimiento juvenil del 15-M se prolongaba aunque había sido declarada por el tribunal electoral correspondiente la no procedencia de tales concentraciones. Ella temió por su retoño pues conociéndole ya supo donde habría pasado la noche. A pesar de todo confió en su sentido común y también en las declaraciones de las autoridades del Ministerio del Interior que las fuerzas de orden público estaban para resolver problemas y no para crearlos.
¡Cuantas veces le había dicho que ella a su edad, había terminado sus estudios, ya estaba tres años casada y tenía dos hijos de los tres que tuvo! Le recriminaba cómo se aprovechaba de ser el más pequeño y estar por ello “apalancado” en el domicilio familiar mientras sus hermanos, bastante más mayores ya eran personas con una vida independiente y una familia más o menos consolidada “dentro de lo que se puede decir hoy día, que la gente se separa en cuanto se le presenta algún problema”.
No es que tuviera queja de su hijo, pero había prolongado sus estudios universitarios con diferentes cursos de postgrado y no encontraba un puesto de trabajo acorde con su formación; entre master y master ejercía “lo que le salía”. El futuro la madre lo veía tan incierto…
El chaval, que de chaval no tenía ya más que el nombre, por fin encontró su modo de participar en la vida pública: tomar el camino de aquellas personas que independientemente de su clase social, su nivel de formación, sus propias ideas políticas si las tenían, deciden manifestar su descontento con aquellos vicios en que el sistema democrático ha ido cayendo y que no han sido capaces de solucionar los que fueron protagonistas de la sacralizada Transición, además de enquistar como se hizo en aquel momento lo que no era conveniente solucionar porque todos transigieron en alguna cosa.
Nuestro treintañero había comprendido también que el poder político, contra el que se arremete casi siempre era menos poder de lo aparente pues estaba al dictado de lo ordenado por unas fuerzas ocultas llamadas en plan simplista Mercados cada vez más voraces y más enriquecidas, regentadas por unos individuos con unos haberes astronómicos, según se publicaba en los diarios y noticieros de televisión.
Su jornada de reflexión giraba en torno a esto, no en torno a qué partido político votar.Entre unos y otros habían desmontado su estado de comodidad como habitante de una burbuja de engañosa abundancia en la que todos estábamos sumergidos.
Él, como uno de los millones de jóvenes de su generación, de repente se había dado de bruces con la realidad: de vivir entre algodones pasó a no tener trabajo una vez sus padres dejaran de mantenerle: eso le motivó a irse con los del Movimiento 15-M y allí sigue. Y su madre, entre temerosa y esperanzada pues aunque de un batacazo comprobó que el hijo comprendía la realidad, optó por llevarle comida, ropa y el saco de dormir para que siguiera esta acción cívica de toma de conciencia acerca de la situación actual.
lunes, 6 de junio de 2011
Es hora de verdades y de compromisos
¿Y ahora qué hacemos?. Diez no son absoluta, hace falta algo más, y ese que falta es muy importante. ¿Pero que hacer para poder pactar algún apoyo después de una legislatura tan crispada y sin haber cambiado prácticamente ninguna cara?, ¿que es lo que le conviene Ontinyent y a sus ciudadanos en esta situación?. Se me ocurre la siguiente reflexión, seguramente poco política, pero al menos me parece realista.
El 74% de los votantes ya dijeron el domingo lo que tenían que decir; ahora les toca a ellos interpretar, por el bien de Ontinyent, lo que quisimos decirles, de entrada, a los dos primeros partidos políticos, y a sus respectivos lider@s: el pueblo les dijo que tomasen nota de que menos ciudadanos y menos porcentaje les otorgaban confianza; consecuentemente los dos obtuvieron peores resultados, en numero y en porcentaje de votos que en las anteriores elecciones.
Pero ha llegado la hora de la verdad y yo, ciudadano, no tengo capacidad de influir con mi voto hasta dentro de cuatro años. Mi voto ya lo dí el domingo, y por el momento no pienso ir a ninguna de las plazas del 15M; ante tal situación se me ocurre pensar en lo siguiente:
¿Qué candidatura me ofrecía mejor programa electoral, y me prometía hacer más inversiones en la ciudad?
¿Qué partido político tiene mejores conexiones con Xàtiva, Valencia, y pronto también con Madrid, que son en realidad los que han de aprobar las inversiones y mandar el dinero para ejecutarlas?
¿Qué grupo político ha sacado más votos?
¿Quién pide a voces en toda España que los ayuntamientos tienen que ser gobernados por la lista mas votada?
Ese partido no es otro que el Partido Popular con su lideres al frente quienes debe gobernarnos en la legislatura que empieza; es él quien ha de cumplir con lo que ha prometido y llevar a cabo cada uno de sus compromisos electorales, sin olvidarse de ninguno. Precisamente el 19 de Mayo en el www.elperiodic.com nuestra actual alcaldesa en funciones enumeraba todos sus objetivos electorales y nos decía que estos cuatro años 2007/2011 le habían servido a ella y a su equipo de gobierno para preparar todos los proyectos y tenerlos ya dispuestos para su pronta ejecución. Es el Partido Popular el que ha de convencer ahora al resto de partidos políticos, ojala a todos, de la bondad, certeza y viabilidad de su proyecto para que ellos les apoyen.
No podemos reeditar una vez más el tan desacreditado y masacrado, por muchos, tripartito que tantas desgracias “parece” que nos trajo a esta ciudad durante tanto tiempo.
Es la hora de la sensatez, de la humildad, del compromiso, de la altura de miras; es hora de contar con todos para salir adelante de la que se nos viene encima, ya no es hora de reproches, ni de excusarse en tripartitos pasados, ni de Zapateros, ni Rajoyes, ya no es hora del “y tú más y peor”, no es hora de ruedas de prensa para no decir nada. Es hora de cerrar televisiones y muchas màs cosas clientelares, que solamente sirven a los voceros y que pagamos todos. Es la hora de trabajar por Ontinyent exclusivamente, no es tiempo de partidirmos y personalismos y menos de servir a sus lideres para que les mantengan y éstos mantenerlos a su vez a ellos. Es hora de trabajar única y exclusivamente por Ontinyent, por nuestro futuro, por el futuro de nuestros hijos y nietos, por nosotros que os hemos puesto donde estáis y os pagamos grandes sueldos.
Es la hora de que
Queridos: ha llegado la hora de la verdad, ya no valen excusas, ni aquello que la culpa la tiene el otro o el pasado. Queremos saber que hacéis de verdad, en que ocupáis el tiempo, en que gastáis nuestro dinero, queremos saberlo todo, y queremos que no olvidéis quien os ha puesto donde estáis, no vaya a ser que un dia se os llene la plaza de gente tan “indignada” como la que ocupa hoy las plazas de las grandes ciudades.