sábado, 21 de enero de 2012

EL PRINCIPIO DEL PRINCIPIO

Finalmente alguien empieza a ponerle nombre a las cosas, y esta ha sido la vicepresidenta del nuevo gobierno estatal. ¡¡Cierto señora vicepresidenta!! esto no es más que “El principio del principio”, el principio de una crisis sistémica que nos tendrá muchos años, nadie sabe cuántos, con el drama de más de cinco millones de parados “y subiendo”, con crecimientos bajísimos o negativos incapaces de crear un solo puesto de trabajo, con un retroceso de más del 20% en nuestro Producto Interior Bruto, y con el consiguiente deterioro de todos los servícios del estado de bienestar que nos habíamos ganado muchos gracias a nuestro esfuerzo de más de 60 años. En definitiva estamos delante de un retroceso importante en nuestro nivel de vida, porque ahora resulta que no podemos pagárnoslo.

¿Y qué ha ocurrido para que esto que acabo de decir sea nuestra cruda realidad y desazón de cada dia, cuanto tan solo hace unos años ni nos planteábamos que algo así podía ocurrirnos?, pues sencillamente que quienes debieron administrar adecuada y diligentemente, nuestros impuestos, el dinero de las privatizaciones, el que a toneladas nos llegaban de Europa (Fondos de Cohesión), el de las inversiones extranjeras, etc., lo hicieron pensando que éramos un gran país y además rico, y que participábamos en la Champions League, cuando en realidad eramos y somos un país mediano con grandes problemas estructurales que deberíamos haber resuelto hace muchos años.

Son los mismos que debieron haber cambiado el modelo productivo en época de bonanza en lugar de pavonearse diciendo que éramos más ricos que Italia y que pronto lo seriamos más que Francia, y no lo hicieron. Todos ellos, los de derechas y los de izquierdas, aunque ahora los unos le den la culpa a los otros, ellos preferían el crecimiento basado en la especulación, en el ladrillo, en sectores de mano de obra barata y con poca cualificación, y se olvidaron de la industria productiva que creaba trabajo especializado y justamente remunerado, de nuestras exportación que eran las que nos había mantenido toda la vida y con las que habiamos llegado hasta donde estábamos entonces, a los políticos no les importaban ni el trabajo de las fabricas, ni el I+D en general, ni las nuevas tecnologías, ni los sectores emergentes de mayor valor añadido, ni el esfuerzo de miles de trabajadores y empresarios de siempre, a ellos les interesaba el dinero fácil y rápido, el especulativo, el pelotazo, las licencias de obras, no quisieron saber nada de los que se levantaban a las cinco de la mañana, esos les parecíamos los tontos de la película, para ellos era mucho más fácil gastar el dinero a troche y moche para deslumbrarnos y que les siguiésemos votando, son ellos los que favorecieron la especulación y a sus amiguetes, y se llenaron los bolsillos, ellos preferian esto que hacer algo por conservar los sectores productivos.

Mientras los bancos y las cajas españoles, disfrutaban del dinero por castigo, no del que tenían, porque no lo tenían ni lo tienen, si no del que pedían a otros bancos o a los mercados, tan odiados ahora, para dejárnoslos a nosotros como Hipotecas o préstamos al consumo, con un margen infinito en cada Euro que tomaban y nos prestaban, fueron ellos los que negaron sistematicamente el dinero a las empresas de siempre, tambien preferian lo facil.

Nosotros también fuimos culpables, o al menos responsables, pero quien era capaz de enmendarles la plana o decirles que estaban equivocados a aquellos dioses que nos gobernaban y algunos aun siguen aunque esten en los banquillos, o quien se resistía a la tentación de ser cada dia más rico y disfrutar de lo que no habíamos tenido nunca, cuando se nos decía que todo iba cada dia mejor y además era gratis (Enseñanza, Sanidad, Autovías, Cadenas de televisión públicas y sin anuncios, Aeropuertos con y sin aviones, Trenes que vuelan, etc.).
Más allá de si la crisis es global, que no lo es, occidental o europea, española y valenciana que si lo es y mucho, y de cuáles son las posibles soluciones, si es que las hay, lo que parece claro es quienes son los principales culpables, no los únicos, de la situación en la que nos encontramos, y estos no son otros que los políticos, no diré que todos, pero si que con su desmesurada ambición de poder y no de servicio, y con su manera de hacer política ficción (mírese a Valencia capital y a la Comunitat en general), son los que nos han arrastrado hasta donde estamos.

La política ficción que los gobiernos de derechas y de izquierdas, han practicado en los últimos 30 años, es la que nos ha empobrecido y hecho aterrizar en la cruda realidad de lo que realmente somos, pero esta vez sin una industria en la que apoyarnos para poder trabajar, sin financiación con la que poder contar, empobrecidos y endeudados hasta las cejas, absolutamente desmoralizados y asustados por lo que está ocurriendo, sin norte ni visión alguna de futuro, y sin lideres capaces de coger el toro por los cuernos, especialmente en esta Comunitat de tabalet y de dolçaina, y en nuestra ciudad.

Es ahora, endeudados, sin empresas, con colas en el Inem y en los Juzgados de lo Mercantil, cuando nos llegan los aumentos de impuestos, esos que no se iban a hacer de ninguna de las maneras, los recortes y despidos imprescindibles, por dolorosos que sean, la reconversión bancaria, la reconversión de todas las administraciones públicas (Estatales, Autonómicas y Locales), el cambio del sistema productivo, el cambio del modelo Europeo, todo absolutamente todo está por hacer, desde una nueva ley de educación que sustituya a la nefasta LOGSE/LOE hasta el cambio de mentalidad imprescindible para acometer el futuro, ahora, precisamente ahora que se acabaron los días de vino y rosas en los que los Bolsos de Louis Vuitton eran una cosa normalita del todo y al alcance de cualquiera, es ahora cuando tenemos que hacerlo todo urgente, y encima lo tienen que resolver los mismos que crearon el problema ……., que Dios nos pille confesados.

Terminaré enviándole un saludo al Sr. Alcalde y a su equipo de gobierno, y para pedirles que no hagan más ruedas de prensa anunciando nada, y menos el inminencia del inicio de las obras del puente, porque le repito que “el puente no se hará nunca“, o al menos hasta que el pequeño saltamontes haya cobrado lo que dice que le deben en la Generalitat, y que nadie olvide que quiero como todos los mejor para mi pueblo, empezando por unos buenos políticos, y terminando por el Puente, el Hospital, y cuantos más puestos de trabajo no públicos mejor.

Paco Santonja Llinares

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viernes, 20 de enero de 2012

¡Ontinyent libre! (de transgénicos)

  El hombre lleva varios miles de años modificando los vegetales que utiliza como alimento. Tal es el caso de muchas frutas, flores y verduras que son productos de mezclas de diferentes plantas. Sin embargo la ingeniería genética permite ahora llevar a cabo en pocos años y en forma controlada modificaciones que antes costaban décadas de trabajo.
  Transgénico es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características deseadas.
  Estos días, los ecoalarmistas –mal llamados ecologistas- del Ayuntamiento de Ontinyent, quieren presentar una moción en el próximo Pleno para que Ontinyent sea declarado “zona libre de transgénicos”.
  Todo empezó hace un año y pico cuando el Blog (partido político) de Ontinyent fue manipulado por la ingeniería política, introduciendo en su ADN un nuevo gen proveniente del ADN  de una célula del reino vegetal y dar origen a la organización política Compromís. La transformación ha sido más que notable, no tanto en la apariencia de sus figuras humanas, que siguen siendo las de antes, cuanto en la de sus mentes verdes.
  El asunto no tiene desperdicio cuando refiere el portavoz de Compromís que los organismos modificados genéticamente suponen un riesgo para la biodiversidad y para la salud y añade que pueden provocar efectos irreversibles e imprevisibles sobre los ecosistemas afectados por la transformación genética. No está bien que una corriente de opinión en contra de los transgénicos sea elevada por los políticos a materia de obligado cumplimiento para todos los vecinos y forasteros interesados.
  La ingeniería genética ha producido una llamativa revolución al posibilitar mejoras extraordinarias en la calidad de vida en muy diversos planos. Me estoy refiriendo a notables aumentos en la productividad, a plantas resistentes a plagas que, por ende, no requieren el uso de plaguicidas y pesticidas químicos, a la posibilidad de incrementar el valor nutriente, a la capacidad de incorporar ingredientes que fortalezcan la salud (incluyendo la disminución de alergias) y mejoren el medio ambiente y el enriquecimiento de los suelos.
  Antes de que apareciera la insulina humana para tratar la diabetes, los pacientes diabéticos recibían la insulina procedente de cerdos y vacas. La hormona producida en el páncreas de estos animales es muy parecida a la insulina que produce nuestro organismo, pero tiene algunas diferencias (a nivel de la secuencia de los aminoácidos), lo cual hacía que en algunos pacientes su sistema inmunológico las considerara extrañas, reaccionase contra ellas y provocase la aparición de rechazos alérgicos. En la década de los 80 la ingeniería genética consiguió aislar el gen productor de la insulina humana del ADN humano e insertar dicho gen en una bacteria natural del organismo humano, la Escherichia coli. El resultado fue que esta bacteria era capaz de producir enormes cantidades de insulina humana, es decir, se obtuvo insulina transgénica. Gracias a este avance fue posible comercializar a nivel mundial insulina y salvar la vida de miles de personas. Al tratarse de la insulina humana carecía de los riesgos “alérgicos” que tenían las insulinas obtenidas a partir de la vaca o de los cerdos. Por otra parte, la insulina humana transgénica era más rápida de fabricar, por lo que el coste del fármaco se abarató enormemente. Medicamentos antivirales, contra el cáncer y las anemias, anticoagulantes e incluso vacunas se obtienen por técnicas transgénicas.
  Algo más se puede decir de los alimentos transgénicos. Se emplean modificaciones que permiten a la planta receptora del gen ajeno mejorar su capacidad de adaptación a las condiciones del terreno, aumentar su resistencia a las enfermedades o crecer en ausencia de condiciones de humedad y fertilizantes. Maíz resistente a plagas, tomates que recolectan maduros y retarda la senescencia, plantas resistentes a herbicidas, semillas de arroz mucho más productivo, etc, componen la gran familia de alimentos transgénicos que son usados hace ya 30 años, consumidos por millones de personas porque son más baratos y contribuyen a paliar el hambre.
  La biotecnología es una de las disciplinas científicas con más futuro, que más inversiones atraerá y que más puestos de trabajo creará. Permitirá a los agricultores españoles competir con mejores herramientas ante los cambios del terreno y las incertidumbres del clima y favorecerá la lucha contra las plagas sin recurrir a los pesticidas. Todo eso nos perderemos los ontinyentins gracias a la contribución a la ciencia de nuestros políticos, que con mensajes manipulados se empeñan en conformar su criterio científico.
  Es difícil entender las razones por las que las autoridades prefieren atender sus argumentos políticos y obviar los de los científicos más eminentes, como el documento del año 2007 –titulado Ciencia, progreso y medio ambiente- firmado por prestigiosas personas del mundo de la ciencia y tecnología, donde afirmaban cosas como estas:
La manipulación genética de plantas es una realidad tan antigua como la agricultura, ya que, aprovechando los resultados de cruces y mutaciones, el hombre ha domesticado algunas especies de plantas, de forma que alimentan a una humanidad en constante crecimiento (...) los avances en la moderna biotecnología, que tanto bienestar han aportado en sus aplicaciones terapéuticas e industriales, han permitido incorporar mejoras en variedades cultivadas, añadiendo características útiles para reducir el uso de pesticidas y combustibles fósiles, aumentando la eficiencia del agua y el suelo y abriendo nuevas vías para mejorar la calidad de los alimentos.
  Tras 15 años de uso extensivo, no se ha detectado un solo efecto adverso sobre las personas y el medio achacable a la bioingeniería. A pesar de ello, la Unión Europea ha establecido férreos controles que garantizan la seguridad de estos cultivos.
  Dice el manifiesto que las autoridades españolas deberían facilitar su empleo sin discriminaciones para la competitividad de la agricultura de nuestro país, porque entienden los científicos que las modificaciones genéticas son medios de producción y deben valorarse como tales, en razón a su eficacia y admitiendo que no existe el riesgo cero, porque toda actividad humana conlleva un cierto riesgo que ha de ser evaluado en función de los beneficios que la actividad reporta.
  Decisiones contrarias, como la que quieren imponer los políticos en el Ayuntamiento de Ontinyent, no solo condenan a los agricultores a perder el tren del progreso, sino que lanzan señales de alarma a las empresas que invierten en investigación. Ontinyent libre de transgénicos sería también una ciudad borrada del mapa de las inversiones en ciencia y tecnología.

miércoles, 18 de enero de 2012

Manuel Iranzo Benedito

Manuel Iranzo Benedito (Valencia 1867- Almenara 1921)


El politic, pero també el agricultor i meteoròleg, va ser una persona de gran iniciativa i de variats interessos (Almanaque Las Provincias, 1922). Nascut al si d'una familia valenciana amb llarga tradició politica, sería en aquesta activitat en la qual destacaría durant l'última dècada del segle XIX i la primera del XX. Amb tot, altres assumptes marcaren igualment l'esdevenir de la seua vida. Iranzo, aprofitant la seua magnífica formació científica i cultural, l'any 1911 -i dins de la Federació Agrària de LLevant- va desplegar un dels primesrs serveis meteorològics regionals. Anys mes tard, en plena maduresa i d'una forma inesperada, Manuel Iranzo moriria deixant tota una vida plena d'activitat i dedicació als seus treballs.

Así comienza la tesis de licenciatura que José Antonio Polop escribió hace 8 años dedicada toda ella a Manuel Iranzo en su vertiente meteorológica.
Su trabajo en la agricultura lo desarrolló entre Ontinyent y Almenara, pués su padre, José Iranzo Presencia, era natural y vecino de nuestra ciudad. Precisamente, en la Casa Presencia se conservan sistemas para medir diferentes variables del tiempo meteorológico que él utilizó.
Mañana jueves, en commemoración del primer centenario de la Federación Agraria de Levante, Canal Noudos dedica un programa a la figura de Manuel Iranzo, a las 22:45 h. Por el carácter familiar del personaje, debe aparecer una entrevista a su nieta Amparo Sanz Iranzo, que estos días ha cumplido 89 años, y al autor de la tesis José Antonio Polop, joven investigador y archivero municipal de Canals, que durante más de dos años se introdujo en la figura de M. Iranzo a base de desempolvar publicaciones y documentos de la época y, también, con entrevistas con los familiares más directos del insigne político y meteorólogo.
El ayuntamiento le nombró Hijo Adoptivo y Predilecto de Ontinyent, y Albaida le dió el título de Hijo Adoptivo.


sábado, 14 de enero de 2012

La recuperación es posible


Industria es sinónimo de riqueza, así hablamos de países industrializados para referir prosperidad, innovación y empuje.

También Ontinyent ha sido una ciudad económicamente rica; cuando su industria florecía, todos ganábamos dinero y tiempo para dedicarlo a otros menesteres, habitualmente lúdicos. Pero era necesario ganar dinero para que otros sectores económicos se beneficiaran. Así el sector servicios fue creciendo detrás del industrial hasta consolidar una estructura basada en los recursos humanos. Se abrieron comercios de todo tipo (El Teler era el máximo exponente), proliferaron empresas tanto de promoción de la construcción como de ventas de los inmuebles acabados, con el aumento de los bienes muebles e inmuebles se establecieron nuevas empresas de seguros y, en general, con la demanda de servicios llegó la oferta.

¿Quién diseñó este modelo económico y social? ¿Los ayuntamientos franquistas, acaso los democráticos, la asociación de empresarios, los sindicatos? ¿Fue quizás un sesudo intelectual prestigioso profesor universitario? ¿O tal vez arriesgados inversores extranjeros decidieron desarrollar el cluster textil que llegó a convertirse Ontinyent?
Nadie intervino por encima de los otros, nada pasó previamente premeditado, todo sucedió sin mano invisible que decidiera y ordenara. Todo ocurrió esporádicamente, sin preparación previa, por el espíritu de colaboración entre personas para el mutuo beneficio. Sucedió cuando alguien veía que un hueco en el mercado podía cubrirlo con el producto o servicio surgido de su mente. Los contratos privados entre las partes aseguraban la fabricación y venta. Con esa espontaneidad se desarrolló el entramado industrial del cual todo Ontinyent se benefició.

No fue necesario que existiera un estado democrático para el desarrollo económico., bastó que se garantizara la propiedad, la libertad de contrato y la libertad de mercado. Por supuesto era requisito indispensable la presencia de empresarios, trabajadores, fluidez en el crédito y cierta laxitud en las normas administrativas. La democracia, mejor dicho el estado de derecho, benefició las condiciones para potenciar la industralización, pero al mismo tiempo se iba desarrollando un Estado excesivamente grande para las condiciones económicas de España. Llegado es el momento de que adelgace en obligaciones y gasto para que pronto nos libere de las ataduras económicas a las que nos está sometiendo.

Durante los últimos tres años hemos oído hasta la saciedad sentencias como “hemos de cambiar el modelo”, “la economía basada en el ladrillo no sirve”, “hay que buscar escenarios de desarrollo sostenible”…, en boca de imberbes políticos y aficionadillos de tres al cuarto, como esperando que la economía hay que planificarla al estilo de los planes de desarrollo franquista o los faraónicos  quinquenios de la comunista URSS. Pero la realidad está muy lejos de la intervención agobiante que el estado ejerce sobre nosotros.

Algún profesor universitario, otrora político, afirmó en las sesiones universitarias del 1 y 2 de diciembre pasado que Ontinyent no volvería a ser lo que fue. Patéticas declaraciones para un profesor de economía ante un auditorio de adolescentes hijos de aquella riqueza textil. Había dicho que la crisis económica fue debida a la liberalización de los mercados en tiempos de Ronald Reagan, 30 años atrás, cuando en España se estaba produciendo todo el proceso contrario: aumentaban los impuestos, proliferaban leyes administrativas, se constreñía al contribuyente.

Pero, ¿es posible un nuevo resurgir económico en Ontinyent? La respuesta sería el resumen de este artículo: el mercado es una institución social que surge de la libre y espontánea cooperación entre las partes, basado en la propiedad y el libre contrato; el estado de derecho garantiza su desarrollo así como nuestra seguridad y la de nuestros bienes. La vuelta al crédito fluido, la liberalización de los contratos de trabajo y el adelgazamiento del Estado en materia fiscal y la desaparición de las leyes administrativas preventivas que impiden la libre circulación del conocimiento son los incentivos necesarios y suficientes para que Ontinyent vuelva al camino empresarial donde la innovación, el riesgo, pero sobre todo la cooperación haga surgir en pocos años la economía que hemos conocido.