domingo, 13 de marzo de 2011

Sin tiempo para rectificar el 22 M

La crispación se extiende entre los vecinos informados. No me refiero sólo a la que nos llega de las prohibiciones en materia de libertad que tanto revuelo están armando desde el gobierno de España, léase antitabaco o 110 km/h, o de las agresiones a la libertad religiosa y de culto que acabo de leer producidas una vez más en la universidad, aunque todas ellas también están causando inquietud en aquellos que defendemos la no agresión a la autopropiedad y la defensa de los derechos del individuo.
Otro motivo de crispación es la que está promoviendo el president Camps, presunto implicado en el caso Gürtel, presentándose otra vez a la presidencia. La vida pública debe estar representada por inmaculados templos de virtud, vds me entienden, y en este caso falta la absolución del juez para que Paco Camps sea el candidato que sus electores desean.
Una tercera causa de crispación está promovida desde el municipio por la falta de transparencia de determinadas disposiciones del ayuntamiento. El hecho se justifica y se entiende si los que deben explicarlo se atienen a la situación de crisis que vive Ontinyent. Pero da la impresión que en los últimos tres años el equipo que nos gobierna no ha querido adentrarse en la realidad social, cultural, pero sobre todo económica. Debo decir que la inquietud que promueve el ayuntamiento tiene su origen en la falta de recaudación y de transferencias que ha ocasionado abortar proyectos de importancia social y cultural además del recorte a muchas subvenciones.
Para mí, lo grave ha sido:
1. que nuestro gobierno municipal no ha querido plasmar la realidad local en los presupuestos desde el año 2007, alimentando partidas de gastos igual que lo hacía en años de flatulencia, de igual manera que ha mantenido ingresos por tasas e impuestos que afectaban a sectores bién entrados en crisis. De ahí se puede deducir que este gobierno desconoce la realidad de nuestra economía local basada en los dos sectores tan floridos años atrás. Ni la agricultura, ni los servicios han destacado en los últimos 20 años si no es para alimentar lo que el textil y la construcción daban de sí. Por tanto, si la prevalencia de estos dos macrosectores  ha desaparecido hasta hacerlos testimoniales es lógico pensar que de ellos no se iba a extraer ingresos suficientes para satisfacer partidas de gastos imprescindibles y otras no tan necesarias. He aquí un motivo para aumentar el déficit presupuestario. En resumen, han gastado lo que no han ingresado.
2. que como viene siendo habitual, la derecha no acierta en explicarnos aquello que la ciudadanía no entiende, actúa con políticas de hechos consumados y dando la callada por respuesta. Así se explica el rechazo producido por la pérdida de subvenciones a las AAVV San José y El LLombo.
Me da la impresión que el PP quiere tirar las elecciones. El resultado de la encuesta que no les dá la mayoría absoluta no está sirviendo de revulsivo para intentar recuperar la intención de voto. Esto podría abrir el camino a una nueva edición de un tripartito ya que una mayoría absoluta del PSOE no se ve probable en esta legislatura, porque la influencia de la política del gobierno de España en la intención de voto puede tener un efecto devastador.
A mí, que me gusta ver pasar a los políticos por delante del balcón de mi casa, preferiría la no crispación, la dialéctica de lo posible a la de destrucción, la de la realidad a la de ficción, la política de lo sutil a la mentira.

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