sábado, 12 de marzo de 2011

Esta idea es casi gratis

El problema que se nos ha venido encima es muy serio. Algo más serio como para tomarlo a chanza y andar con dimes y diretes sobre si ir a 110 Km por hora ahorará o no combustible y nos permitirá rebajar nuestra dependencia energética del exterior. Evidentemente lo que nadie espera, creo yo, es solucionar el problema con una medida así de simple.

La dependecia energética del Estado Español del exterior es antigua. Más que nuestro actual régimen democrático (al menos formalmente, pero eso es cosa para tratar en otro momento).

Iba diciendo que nuestra dependencia energética es antigua y la última vez que nos acordamos de ella fue en 1973, cuando la “crisis del petroleo”. Entonces, lo recuerdo perfectamente, la prensa escrita publicó fotografías de diferentes personalidades desplazándose al trabajo en bicicleta, como por ejemplo la Reina de Holanda.

Aquello hizo pensar a diferentes responsables municipales y en algunas ciudades europeas empezó a plantearse establecer una infraestructura que consumía poca energía, que el depósito de combustible lo llevaba cada transeúnte en su organismo y además era “limpia”: lo único que contaminaba era el aumento de la frecuencia respitoria, cosa nimia, como puede pensarse. Así empezaron a aparecer en algunas ciudades con desniveles débiles bicicletas y “carril-bici” para incrementar la seguridad del ciclista. Posteriormente el servicio municipal de alquiler de bicicletas. En otras con muchas menos condiciones físicas es normal ver triciclos de reparto de mercancías y “taxi-bicis”como es el caso de Edimburgo, con un suelo accidentado y unas condiciones climáticas más adversas que las mediterráneas.

Nosotros, los valencianos tenemos una capital ideal para el uso de estos artilugios: no tiene ninguna cuesta en su perfil urbano, disfruta de buen tiempo la inmensa mayoría de dias al año: el clima es relativamente benigno, etc. Valencia es la ciudad ideal para fomentar este tipo de transporte como alternativa al consumo energético y la disminución de la contaminación ambiental. Bueno, pues a pesar de ello el primer diseño de carril bici implantado en Valencia data de la década de 1980 y generó una enorme polémica porque se trazó eliminando espacio para los peatones. No quiero decir si se hubiese arrebatado terreno a los vehículos de explosión como debería hacerse.

Pasó esa “crisis del petroleo” en España mucho más grave que en otras partes de Europa, como ahora, pues vino acompañada de una necesaria reconversión industrial, se diseñó un nuevo régimen político, etc. Nadie ya se acordó de nuestra dependencia energética porque teníamos dinero para pagar “el que fassa falta. ¿Serà per diners?”.
¿Y en Ontinyent?. Nuestro Pueblo evidentemente no reúne las condiciones para el desplazamiento en bicicleta como Valencia pero no por eso hemos de abandonar esa idea: hay itinerarios que sí se pueden habilitar y pienso que deben habilitarse. Ahora, que nos hemos dado cuenta que no somos tan ricos como creíamos, es la hora de diseñar este tipo de alternativas y reflexionar más sobre la necesidad de ir en coche a tomar una cerveza al bar de la esquina. Esta idea es tan barata que sale casi gratis.

Pero las bicicletas siguen desplazándose por los lugares de los peatones: invadiendo aceras pues los “carril-bicis” diseñados a costa del espacio destinado a los coches es mínimo. Las autoridades municipales debieran tomar nota de esto y fomentar más el uso de bicicletas, eliminar zonas de desplazamientos a motor y rediseñar el tráfico urbano para facilitar el uso de energías limpias y la disuasión hacia las otras.

Hace escasos meses el Ayuntamiento de Valencia decidió establecer un servicio de alquiler público de bicicletas que es un éxito. Yo, que no vivo en la capital, no soy usuario de él pero sí observo el aumento enorme de ciclistas desplazándose por la Ciudad y me alegro, porque me solidarizo con la gente usuaria de la bicicleta y la felicito: no solamente tiene un modo de desplazamiento poco consumidor y “limpio” sino que es barato: por lo que no se gasta y por lo que se ahorra en horas de sudar en un gimnasio “haciendo aparatos”.

Enric Cerdà
postdatum2011@gmail.com
http://www.postdatum.blogspot.com/

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