Es sabido que el terreno rústico del término municipal de Ontinyent y Agullent dispone de una red de regadío suficiente para mantener alrededor de 2000 Ha de huerta que pueden proporcionar hasta tres cultivos distintos al año. Cultivar esas huertas supone utilizar de manera óptima los recursos naturales del entorno y una fuente de riqueza constante. La predisposición y la tolerancia entre propietarios, emprendedores y trabajadores es el requisito indispensable para dar inicio a una actividad económica estable y perdurable, sin olvidar los errores cometidos antaño en materia agrícola.
I.- INTRODUCCIÓN
En Ontinyent, los emprendedores no han aprovechado los recursos naturales de manera eficiente. Agricultor y emprendedor deben ver el lado rentable del sector primario. La optimización de los recursos que nos da naturaleza lleva inexorablemente a la implantación de un modelo industrial agroalimentario estable.
Agricultura, ganadería y pesca constituyen el sector primario de la producción y de la economía. Toda la estructura del sector está basada en el producto que la naturaleza proporciona. El hombre sólo tiene que descubrirlo, aprovecharlo y producirlo.
Contribuye este sector al principio del trabajo, el punto de partida por el cual el hombre subsiste. Satisfecha la primera necesidad, surge el intercambio de productos y también de servicios.
II.- ANTECEDENTES
En Ontinyent, agricultura y ganadería han sido las principales actividades en los primeros 20 años de la posguerra (1940-1960), puesto que este sector mantuvo a muchas familias al margen de la indigencia.
Ha partir de 1960 se produce en Ontinyent dos hechos de trascendental importancia:
En primer lugar, el desarrollo económico no produce los efectos necesarios para el despegue agrícola. España es un país cerrado, muchos años bloqueado comercialmente, con elevadas tasas a la exportación de nuestros productos. Los empresarios agrícolas lo son a tiempo parcial y no obtienen resultados económicos suficientes para el mantenimiento de las explotaciones agrarias. El minifundismo del sector de hortalizas no es capaz de adecuar suficiente producto para abastecer al comercio. El cereal se mantiene subvencionado. El aceite de oliva no ha descubierto aún los circuitos de calidad agroalimentaria y saludables que hoy conocemos. La fruta de verano o de hueso no alcanza el prestigio que va tomando los cítricos y el frutal de pepita, manzana y pera principalmente. Comercializar hortalizas requiere infraestructura que la zona no dispone, además compite con tierras mejor dotadas y de clima adecuado. El cultivo más extendido era el de viñedos para vinificación que, tradicionalmente se elaboraba en la propia explotación y se vendía a granel en grandes depósitos cuyo destino era casi siempre La Rioja. Es entonces cuando se establece en Ontinyent la Cooperativa Agrícola destinada a la elaboración del vino. Tomadas del modelo socialista de la Unión Soviética, las cooperativas sacaron de la penuria y la consiguiente abulia a la gran mayoría de propietarios agrícolas, pues vieron reducir los costes de elaboración , pero los déficits estructurales del sector se mantuvieron, incluso aumentaron puesto que esa macrobodega adolecía de gestores profesionales tanto para la elaboración de caldos como para envasar y gestionar marcas comerciales en mercados que se iban expandiendo a ritmo acelerado.
En segundo lugar y al mismo tiempo, llegó paulatinamente el boom de la industria textil. El sector industrial es el verdadero motor de la economía porque crea puestos de trabajo. Ese fue uno de los motivos que produjo mayor éxodo de trabajadores desde el campo hacia la industria: el trabajo era más seguro y mejor remunerado.
III.- DISCUSIÓN Y RESULTADOS
El cambio acaecido en Ontinyent durante aquellos años de despegue económico es multifactorial:
1º) Después de la época de trabajar para subsistir no aparecen emprendedores que sepan colocar los excedentes en mercados que los necesitaban.
2º) Los empresarios agrícolas no destinan las inversiones suficientes para adaptar las explotaciones a la disminución de costes de producción y de escasez de mano de obra.
3º) La formación de profesionales es muy precaria, hay pocos y no cubren las necesidades que el sector necesita.
4º) El desarrollo de la industria textil prioriza la elección del puesto de trabajo, suben los precios de la mano de obra lo cual es un factor contrario al desarrollo de un sector primario deprimido.
y 5º) La constitución de la Cooperativa Agrícola retuvo la evolución del mercado del vino tanto en la mejoría en la elaboración como en su comercialización. Muchas de las 30-40 bodegas que había en Ontinyent se asociaron a la Cooperativa. Es muy posible que en manos de sus propietarios, algunas bodegas hubiesen invertido en modernizar instalaciones y crear marca para satisfacer los deseos de los cada vez mayor cantidad de consumidores.
En Ontinyent existe estructura agrícola suficiente para desarrollar una industria promotora de riqueza. Agua suficiente para más de mil hanegadas de huerta, una red de distribución suficiente aunque poco eficiente, mucha gente parada esperando que se exploten los recursos naturales, construcciones industriales adecuadas al primer proceso de transformación, servicios para el packaging que se reconvertirían fácilmente desde el sector textil al agroalimentario y un gran futuro logístico para los emprendedores.
Trabajadores, emprendedores y propietarios deben poner los medios necesarios para un futuro muy difícil pero posible: los primeros con la disposición para el trabajo agrícola y los segundos con inversiones necesarias.
Las administraciones públicas no deben interferir en las iniciativas que los particulares tomen, al contrario deben facilitar lo que los protagonistas demanden para la actividad, dando facilidad a implementar negocios, eliminando burocracia que no produce frutos y excluyendo tasas e impuestos que afecten la productividad.
Rafa Rovira Ontinyent 2 de Marzo de 2011
Em sembla un comentari panoràmic i històric, al voltant de l'agricultura d'Ontinyent força divulgatiu. I mes tenint en compte que es tracta d'un sector econòmic marginal, però amb el seu espai, oblidat social i politicament. De fet u dels ontinyentins mes lucids que ha donat la història ontinyentina, Vicent Ll. Montés, no compartia debades temps i converses amb els homens del rec, sinó que, davant la crisi del textil, reivindicava una major atenció cap als recursos agricoles.
ResponderEliminarI es que a l'economia, com a altres camps de la vida, resulta inexorable allò de tota pedra fa pared.
Hechamos en falta a V.L. Montés, hubiese dado claridad donde hay confusión.
ResponderEliminarNo entiendo lo que pasa en la agricultura de Ontinyent, explotar los recursos naturales es el principio de la economía de subsistencia y la manipulación de los excedentes iniciaría la actividad industrial basada en la agroalimentación. Ahí hay mucho material para trabajar.