“Qui
sent la
llibertat té més forces per viure” Raimon
Los intervencionistas, entre los cuales la izquierda ha
invertido gran parte de su activo político, se han empeñado en arrinconar el
liberalismo en los sótanos del estado para poder campar a sus anchas e
imponerse en una sociedad maniatada por el pensamiento único. Una observación:
el pensamiento único rara vez habla de liberalismo a secas, quizás porque
quiera apropiárselo y vaciarlo de contenido para negarle la cualidad liberal a
la derecha, nada difícil de conseguir por otra parte.
Josep Francés advierte en el panfleto “Compromís per Ontinyent recolza la manifestació del 1 de maig en contra de les polítiques neoliberals” que “el fracàs de les polítiques neoliberals és un fet inqüestionable” y arenga a sus seguidores apoyar la manifestación convocada por sindicatos. Precisamente porque la políticas liberales se basan en que los ciudadanos puedan elegir con absoluta libertad sus preferencias, no entiendo por qué el líder de Compromís carga contra los que queremos decidir lo que nos conviene con absoluta libertad.
Francés debe explicar el fracaso del liberalismo en la
crisis económica, en lugar de usarlo como arma para predicar a sus acólitos.
Porque si liberal es no poder optar a la elección del tipo de asistencia
sanitaria, a la educación que yo quiero para mis hijos, al ahorro para
capitalizar una pensión digna donde no se entrometa el estado con recortes, si
es liberal mantener un estado de subsidios, maniatar al contribuyente con los
incrementos de impuestos, ayudar a la banca para salvarse de la quiebra, y si mantiene que el mercado es el origen del
Mal en vez de comprender que es donde se establecen los mejores y firmes lazos
de progreso, de cooperación y de amistad, si es liberal mantener un macroestado
imposible de sufragar, habrá que pensar en el intervencionismo redentor que nos
acabe hurtando la menguada autonomía que disponemos.
Francés y su equipo han hecho una buena labor en la
administración del presupuesto municipal, precisamente porque los ayuntamientos
anteriores gastaban lo que no podían ni debían. Y para ello ha utilizado
principios formales útiles tanto en familias como en empresas, como es eliminar
gastos inútiles para compensar la balanza de los escasos ingresos. Esos
principios están basados en la pérdida de oportunidad del individuo que no puede alcanzar los
recursos necesarios para continuar su actividad laboral o económica, en
unos casos o, lo que es peor, para mantener la propia subsistencia, oportunidad
perdida que limita las posibilidades de alcanzar objetivos. Pierdo libertad cuando
no dispongo de recursos suficientes para activar mis proyectos. Efectivamente,
Josep Francés ha utilizado principios basados en la libertad para que ni
ayuntamiento, ni familias, ni empresas se sometan a más imposición fiscal que
inmovilice iniciativas.
Intervencionista y antiliberal sería la política municipal basada
en aumentar subvenciones “porque son derechos sociales irrenunciables”, nos
dicen como pretexto para abordar más impuestos y tasas, son antiliberales los
impedimentos que siguen existiendo para crear una actividad económica o las
falsas expectativas puestas en el hospital, la universidad o el puente, aunque
estas últimas entren en el campo de las ilusiones que daño no producen.
Liberalismo no es
otro concepto que el de la libertad, aquél donde nos movemos día a día,
por el cual elegimos lo que nos conviene respetando a los demás, es el campo de
la cooperación, del intercambio, donde se reconoce y respeta el contrato libre
entre las partes y la propiedad es intocable, así como nuestra seguridad ante
las agresiones y nuestra vida.
En aquél mundo oprimido de nuestra universitaria juventud
oíamos cantar a Raimon en el campus “per unes quantes hores ens varem sentir lliures i qui
sent la llibertat té més forces per viure”. Entonces fue una ansiosa ilusión,
esperanza en la revuelta para conquistar lo desconocido. Hoy es una realidad el
peso opresor que un estado inmenso ejerce sobre sus ciudadanos en forma de
impuestos y prescripciones contra el derecho.
Rafael Rovira
Muy bueno el articulo, pero no te olvides....., la gente de Compromis son intervencionistas al maximo, si en los presupuestos han reducido lo que han pedido y se han ajustado es sencillamente porque no tienen un duro. Respecto a la NO publicación nada que decir, he comprado el peridico esta mañana y no lo he visto.
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