sábado, 28 de abril de 2012

Matrimonio homosexual

Dinámico y activo dicen las crónicas que están resultando las ponencias en el congreso del PP madrileño. Salas repletas de congresistas, asuntos de rabiosa actualidad, polémica y discusión en torno, emprendedor añadiría a los adjetivos del congreso.
Uno de las ponencias, polémica donde las haya, ronda ampliar el término familia al matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Debo decir que soy contrario a que los que tienen poder se entrometan en los compromisos libres entre personas que no se sienten ni son coaccionadas por terceros. Como hay personas a favor y en contra del matrimonio homosexual, es importante que los partidos políticos debatan sobre sus posiciones, pero creo que es más interesante que no adopten normas contra la voluntad de la pareja.
Todos debemos saber que la educación de los infantes no les viene dada, sino que la adquiere en compañía de los demás, primero con sus padres biológicos o adoptivos, luego con el entorno escolar y familiar y en adelante con las amistades y relaciones que conoce y que despiertan en el individuo el interés de un mundo desconocido. El cerebro del recién nacido existe antes que la mente y esta no es otra que una dotación genética para aprender del entorno de los adultos.
Si entendemos y participamos de que la tradición, o sea la cultura, no se transmite por vía genética sino que la adquirimos en nuestra relación interindividual, si respetamos y toleramos las decisiones que otros adoptan y que no interfieren la vida de los demás, entonces estaremos en condiciones de aceptar que cualquier pareja de adultos pueda estar en condiciones de educar desde los recién nacidos hasta el adolescente en el seno de un ambiente familiar.

Rafael Rovira

5 comentarios:

  1. Rafa, he aprovechado la lectura de tu artículo sobre los homosexuales para dar un vistazo al Blog, y me he encontrado con tus comentarios sobre la expropiación de IPF y lo que dices de las expropiaciones.
    Obviamente estoy absolutamente en contra de la decisión de la Sra. Fernández (Presidente de Argentina) de expropiar IPF, ni con precio impuesto como ha sido el caso, ni con valoración del justiprecio hecho por compañías internacionales como hizo Chaves con el Santander, ni tan siquiera atreves de conversaciones impuestas por cualquier estado que pudiesen llegar a buen fin, porque estas siempre hubiesen sido bajo presión del estado……., otra cosa seria que el estado Argentino, no sé si podía hacerlo o no en el caso de IPF, o el Venezolano, que si lo hubiese podido hacer, hubiese comprado las acciones en Bolsa necesarias para conseguir el dominio en la compañía y entonces imponer sus criterios en la gestión de la misma.
    Así es como yo lo veo.
    En donde estoy menos de acuerdo contigo es cuando el estado por Interés Nacional (como hizo Cascos con el Futbol que entonces tenía el grupo Prisa) expropie terrenos para hacer una carretera, pantano, torres de alta tensión para el tendido de una línea eléctrica……, entonces sí creo que el interés de la sociedad debe primar sobre el privado….., obviamente tomando todas las cauciones necesarias en defensa de la propiedad privada.
    Paco Santonja

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    1. Paco, es muy cruel que el Estado cobre impuestos legal y coactivamente y los utilice para comprar acciones. En otra dimensión, yo te robo y con el dinero compro acciones de tu empresa. Los Estados no fueron creados para ejercer el latrocinio.
      Por interés nacional, Cristina Fernández ha confiscado los bienes de Repsol. Qué es el interés nacional o público o social? ¿Quién establece la divisoria de ese interés? ¿Existe acaso una mente privilegiada que tenga la arrogancia de decir que el Bien es su proposición y el Mal es la defensa de mi propiedad? Es un tema recurrente en nuestras tertulias.

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  2. Rafa, yo no soy capaz de profundizar tanto como tú en el análisis de la cuestión, yo llego únicamente a lo siguiente:
    Nada que decir a la vida en pareja (pareja de hecho) de dos hombre o dos mujeres, pero si mostrarme absolutamente en contra de que esta relación se llame “matrimonio”, y mucho menos que este legalmente autorizados para adoptar hijos.
    Otra cosa es el caso de las mujeres, solas o en pareja, que toman la decisión de concebir y parir hijos atraves de una inseminación, en este caso aunque a algunos les pueda parecer una contradicción si estoy de acuerdo.
    Respeto a lo que dices de si los partidos políticos deben o no pronunciarse en este sentido, creo que si deben debatirlo y llegar a su conclusión que después será la que aplicaran cuando estén en el poder, con lo cual todos sabremos a qué atenernos.
    También deberíamos hablar que leyes pueden ser modificadas o no, en función del partido político que gobierne en cada momento, tema este que debería estar perfectamente reglado, de forma que para cambiar determinadas leyes las mayorías deban ser cualificadas, y en algunos casos incluso ser preceptivo consultar con los ciudadanos atraves de un referéndum, porque de lo contrario y llevándolo al último extremo nos encontramos con que legal y democráticamente llegan al poder gentes como Hitler, Chávez, Fujimori, etc. que luego cambian la constitución para gobernar despóticamente.
    Paco Santonja

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  3. Comprendo tu reflexión acerca del matrimonio. No entro en la cuestión semántica. Lo que digo es que garantizar el contrato, convenio, compromiso entre dos partes es uno de los fundamentos del estado de derecho. La pareja homosexual tiene la misma capacidad intelectual y responsabilidad de crear una familia que otro matrimonio. Es un fin que persiguen ellos en el contrato que acaban de firmar, nadie les coacciona, pero son algunos grupos sociales los prescriptores de la prohibición. ¿Acaso el Bien lo administran esos grupos y el Mal es la pareja cuando decide educar al hijo adoptado? La pareja heterosexual está en condiciones d educar un adoptado, ¿qué demonios tiene la homosexual para que no puedan ejercer la misma función?
    Si reconocemos la libertad de contratos mientras no interfieran en la vida y propiedad de los demás, mal se entiende que estas parejas no puedan constituir una familia con todas sus consecuencias.
    Por otra parte los partidos políticos no deben entrometerse en asuntos de la moral y menos legislar sobre ella.
    Gracias Paco. El debate enriquece y nos aparta de la idea de que alguien pueda tener una mente privilegiada sobre el mundo a la cual los demás hemos de someternos.

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