¿Y ahora qué hacemos?. Diez no son absoluta, hace falta algo más, y ese que falta es muy importante. ¿Pero que hacer para poder pactar algún apoyo después de una legislatura tan crispada y sin haber cambiado prácticamente ninguna cara?, ¿que es lo que le conviene Ontinyent y a sus ciudadanos en esta situación?. Se me ocurre la siguiente reflexión, seguramente poco política, pero al menos me parece realista.
El 74% de los votantes ya dijeron el domingo lo que tenían que decir; ahora les toca a ellos interpretar, por el bien de Ontinyent, lo que quisimos decirles, de entrada, a los dos primeros partidos políticos, y a sus respectivos lider@s: el pueblo les dijo que tomasen nota de que menos ciudadanos y menos porcentaje les otorgaban confianza; consecuentemente los dos obtuvieron peores resultados, en numero y en porcentaje de votos que en las anteriores elecciones.
Pero ha llegado la hora de la verdad y yo, ciudadano, no tengo capacidad de influir con mi voto hasta dentro de cuatro años. Mi voto ya lo dí el domingo, y por el momento no pienso ir a ninguna de las plazas del 15M; ante tal situación se me ocurre pensar en lo siguiente:
¿Qué candidatura me ofrecía mejor programa electoral, y me prometía hacer más inversiones en la ciudad?
¿Qué partido político tiene mejores conexiones con Xàtiva, Valencia, y pronto también con Madrid, que son en realidad los que han de aprobar las inversiones y mandar el dinero para ejecutarlas?
¿Qué grupo político ha sacado más votos?
¿Quién pide a voces en toda España que los ayuntamientos tienen que ser gobernados por la lista mas votada?
Ese partido no es otro que el Partido Popular con su lideres al frente quienes debe gobernarnos en la legislatura que empieza; es él quien ha de cumplir con lo que ha prometido y llevar a cabo cada uno de sus compromisos electorales, sin olvidarse de ninguno. Precisamente el 19 de Mayo en el www.elperiodic.com nuestra actual alcaldesa en funciones enumeraba todos sus objetivos electorales y nos decía que estos cuatro años 2007/2011 le habían servido a ella y a su equipo de gobierno para preparar todos los proyectos y tenerlos ya dispuestos para su pronta ejecución. Es el Partido Popular el que ha de convencer ahora al resto de partidos políticos, ojala a todos, de la bondad, certeza y viabilidad de su proyecto para que ellos les apoyen.
No podemos reeditar una vez más el tan desacreditado y masacrado, por muchos, tripartito que tantas desgracias “parece” que nos trajo a esta ciudad durante tanto tiempo.
Es la hora de la sensatez, de la humildad, del compromiso, de la altura de miras; es hora de contar con todos para salir adelante de la que se nos viene encima, ya no es hora de reproches, ni de excusarse en tripartitos pasados, ni de Zapateros, ni Rajoyes, ya no es hora del “y tú más y peor”, no es hora de ruedas de prensa para no decir nada. Es hora de cerrar televisiones y muchas màs cosas clientelares, que solamente sirven a los voceros y que pagamos todos. Es la hora de trabajar por Ontinyent exclusivamente, no es tiempo de partidirmos y personalismos y menos de servir a sus lideres para que les mantengan y éstos mantenerlos a su vez a ellos. Es hora de trabajar única y exclusivamente por Ontinyent, por nuestro futuro, por el futuro de nuestros hijos y nietos, por nosotros que os hemos puesto donde estáis y os pagamos grandes sueldos.
Es la hora de que
Queridos: ha llegado la hora de la verdad, ya no valen excusas, ni aquello que la culpa la tiene el otro o el pasado. Queremos saber que hacéis de verdad, en que ocupáis el tiempo, en que gastáis nuestro dinero, queremos saberlo todo, y queremos que no olvidéis quien os ha puesto donde estáis, no vaya a ser que un dia se os llene la plaza de gente tan “indignada” como la que ocupa hoy las plazas de las grandes ciudades.
Transparencia. Son personas los políticos que necesariamente debieran dar cuentas, pero la ley de régimen local centra todo el poder en el alcalde, lo cual es contrario a la esencia de la democracia, que es el reparto del poder en otras instituciones. En general, los elejidos desconocen la situación real de la ciudad. Tan sólo una población sumisa puede ser dirigida desde el Olimpo.
ResponderEliminarTransparencia y Honestidad o al revés pues sin la segunda no puede haber la primera. Creo yo que cuando una persona es elegida por una colectividad para ostentar una representación, se ve entornada de una nube que la encubra sobre todos los demás que la han elegido, haciéndole verse a sí misma como dueña de sus electores. En cambio, esos electores no son otra cosa sino sus "conciudadanos", es decir el nuevo estatus del electo/a no es otro que el de uno más entre todos los iguales "Primum inter pares". Su poder lo obtiene por delegación de los demás, no se lo confiere nadie y por ende ha de dar cuentas a sus pares no a otras instancias. Si tiene otros "intereses" o mandatos ya es un principio de perversión y eso dificultará que sea transparente con los que debe ser, con sus electores directos.
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