Cuando Esperanza Aguirre habló de suspender la final de la Copa del Rey si se reproducían los pitos contra el himno nacional, llamaba la atención sobre el respeto debido a los símbolos de una nación, respeto por el que muchos españoles se sentían indignados y ultrajados, respeto que las naciones sienten por sus símbolos, respeto que debemos por la dignidad de los otros. Es natural que un líder político atienda los derechos de los ofendidos, es humano y es de valientes ir contra lo que políticamente no es correcto, aunque sea de derecho defender los sentimientos de los afectados, sus derechos.
Personalmente defiendo la libertad de expresión de cualquiera que se manifieste, aunque no me atrevería a tomar posiciones en contra de los sentimientos del otro. No me gusta que otros zahieran mis sentimientos y mi libertad a sabiendas que me están provocando. Y creo que esto es lo que pasó en el Vicente Calderón cuando sonó el himno nacional. El ambiente futbolero fué sensacional, pero pitar la presencia de un símbolo, el himno, no forma parte del ritual y quedó como una espina en el corazón de los ofendidos, que en este caso no fueron los perdedores del partido.
Si la inteción de los autores de la perversa pitada fué el insulto y la ofensa, alcanzaron su objetivo. De reprobable conducta puedo calificar a las personas actoras por su acción pero también por su intención. Arropados por el tumulto y el ambiente, cada una de aquellas personas que insultaron a Esperanza Aguirre (¡Esperanza hija de puta!) quedan para los restos en el lugar correspondido.
No se pueden prohibir las pitadas, tampoco los insultos. Pero el hecho es que los que pitan agreden y otros se sienten ofendidos. Esto bastaría para que nadie imprecara a alguien según el humano principio de no agresión. Después de todo lo acontecido, ¿alguién duda de la intencionalidad agresora de la pitada?
Rafael Rovira
sábado, 26 de mayo de 2012
lunes, 21 de mayo de 2012
Medio ambiente y Enduro: ¿Incompatibles?
El alcalde de Ontinyent hace estas declaraciones: "Ontinyent ha de apostar por el turismo como un elemento clave para la diversificación económica".
Dicho y hecho. El mismo día, viernes 18 de Mayo, el concejal de
deportes Pepe Plá y el club ciclista anuncian el Open de España de
Enduro a celebrar en nuestra ciudad de Ontinyent. Pelos y señales en este enlace,
audio incluido.La prueba es, no se lo pierdan, el 27 de Mayo domingo.
Todo preparado y a punto, suscripciones en marcha, carpas, bares y
espectáculo organizados. El recorrido es un primor, bello y variado,
como corresponde a nuestro paraje. Familias preparando el picnic
dominguero, bares, hoteles y restaurantes disponiéndose para el evento y
dar el servicio que la competición merece. (Es el I Campeonato de
España de Enduro Series, lo que representa un potencial salto turístico
para los proyectos del alcalde, TV, radio, prensa deportiva nacional,
competidores, aficcionados, familiares, con repercusión en todo el
territorio nacional, pero principalmente en Ontinyent, sin competencia
deportiva en la mañana dominguera, etc). Información sobre las pruebas en www.epicenduro.es
Tres dias después en la web www.bikezona.com aparece una escueta noticia de que la organización del open ha tomado la decisión de suspender la prueba, “debido a las restricciones medioambientales en el trazado del recorrido, las cuales no garantizaban un espectáculo necesario para una prueba de este tipo, y por tanto no poder cumplir los requerimientos de calidad y participación que la organización y sus patrocinadores exigen para el mayor disfrute de sus participantes, y con el fin de evitar mayores molestias a los participantes, se ha tomado la decisión”.
Y el ayuntamiento que acostumbra a dar detalles de las noticias que produce, en esta ocasión se despacha con un quítenme estas pulgas de encima. En tres dias han pasado de la propagandista rueda de prensa, a la nada, desde turismo como clave para el inicio de la actividad económica al silencio como remedio donde esconder las vergüenzas. Las restricciones medioambientales son competencia del ayuntamiento, luego sus responsables deben dar la cara.
Un evento de tal categoría, poco publicitado en los medios y mal aventado, debe explicarse. La oposición del Partido Popular tiene un buén rescoldo donde calentar el frío y acrítico ambiente político del municipio.
Rafael Rovira
Tres dias después en la web www.bikezona.com aparece una escueta noticia de que la organización del open ha tomado la decisión de suspender la prueba, “debido a las restricciones medioambientales en el trazado del recorrido, las cuales no garantizaban un espectáculo necesario para una prueba de este tipo, y por tanto no poder cumplir los requerimientos de calidad y participación que la organización y sus patrocinadores exigen para el mayor disfrute de sus participantes, y con el fin de evitar mayores molestias a los participantes, se ha tomado la decisión”.
Y el ayuntamiento que acostumbra a dar detalles de las noticias que produce, en esta ocasión se despacha con un quítenme estas pulgas de encima. En tres dias han pasado de la propagandista rueda de prensa, a la nada, desde turismo como clave para el inicio de la actividad económica al silencio como remedio donde esconder las vergüenzas. Las restricciones medioambientales son competencia del ayuntamiento, luego sus responsables deben dar la cara.
Un evento de tal categoría, poco publicitado en los medios y mal aventado, debe explicarse. La oposición del Partido Popular tiene un buén rescoldo donde calentar el frío y acrítico ambiente político del municipio.
Rafael Rovira
jueves, 10 de mayo de 2012
Nos engañan
No cabe duda que las relaciones que tenemos las personas con nuestros
vecinos están basadas en el principio de que somos los únicos seres
vivos con capacidad para comunicarnos los unos con los otros. A
diferencia de los animales, que solo tienden al gregarismo y a la unión
instintiva, nosotros somos individuos sociales capaces de relacionarnos,
cooperar y organizarnos en torno a proyectos personales y comunes.
El punto de partida para abordar un objetivo común es la confianza y en nuestra común forma de vida occidental nos convertimos en sumisos seguidores de proyectos que necesitan nuestros apoyos. La política entra de lleno en este propósito y cuando acudimos a las urnas somos conscientes del incondicional apoyo que estamos dando al partido, depositando nuestra confianza en las promesas o en los proyectos ante problemas relevantes de la sociedad.
Precisamente aquellos que
reciben los mayores apoyos, los políticos, son los que más nos defraudan
y en nuestras relaciones personales, si somos engañados por un tercero,
ocurre un acto de rechazo o de alejamiento, a la vez que perdemos la
confianza, intimidamos menos con la persona que nos ha engañado, dejamos
de comprar en el comercio inductor, etc.
La lista de promesas incumplidas, proyectos inacabados, no iniciados o abortados de nuestros gobernantes es de libro. Pero lo más grave ha sido el fraude continuado que han ejercido con el dinero de nuestros impuestos, gastando más que el recaudado, pero gastando en proyectos innecesarios y en subvenciones despilfarradoras.
En estas condiciones no es extraño que nuestra economía esté en el punto de no retorno, por muchas promesas que dirijan políticos, funcionarios y burócratas cada vez somos más los que no creemos en la recuperación prometida. Las reformas estructurales tan publicitadas hace solo un año, no despiertan interés ni confianza. La del mercado laboral nos ha dejado en el mismo sitio que estábamos -se apunta un paro del 25 % de la población activa al final de 2012-, y la financiera que está por llegar y que su lógica estaba en ofrecer crédito a familias y empresas, no tiene posibilidad de conseguir el objetivo porque el Estado va a continuar gastando el dinero de impuestos aún no cobrados en nacionalizar bancos o inyectar dinero a la empresa o banco donde se depositen los activos tóxicos inmobiliarios y financieros.
Así las cosas, la economía productiva que es la única que puede salvarnos de la crisis económica, se encuentra maniatada porque el Estado español tiene a su disposición el dinero que necesita y las leyes para canalizarlo.
Un Estado que ya no puede pagar sus gastos y sus
deudas con los impuestos, es un Estado en vías de ser intervenido. Se ha
empeñado el gobierno y la oposición en salvar el estado del bienestar y
es matemáticamente imposible. Más de tres millones de funcionarios para
un tejido industrial de 2,3 millones de trabajadores, la seguridad
social deficitaria desde el año 2011, pensiones que se pagan con cargo a
deuda pública, la gigantesca estructura universitaria subvencionada en
un 90 % por el Estado y la obsoleta maquinaria administrativa del Estado
con dobles y triples competencias para lograr el mismo objetivo en
territorio diferente hacen del welfare state el sueño de una noche de borrachera que duró mientras la cartera aguantaba.
La desconfianza está abriendo el camino al desánimo, a la impotencia y a las ganas de ahuecar el ala sobre todo en jóvenes. Hay demasiados impedimentos para ejercer la libertad de mercado, la que promueve proyectos con ánimo de lucro, la que es depositaria de nuestra confianza. Obstaculizando la libertad de contrato laboral, impidiendo el acceso al crédito, aumentando los impuestos, mantiene el gobierno maniatada la economía productiva.
Nouriel Rubini puede tener más razón que nunca: España hará una quita de su deuda en 2015.
Rafael Rovira
El punto de partida para abordar un objetivo común es la confianza y en nuestra común forma de vida occidental nos convertimos en sumisos seguidores de proyectos que necesitan nuestros apoyos. La política entra de lleno en este propósito y cuando acudimos a las urnas somos conscientes del incondicional apoyo que estamos dando al partido, depositando nuestra confianza en las promesas o en los proyectos ante problemas relevantes de la sociedad.

La lista de promesas incumplidas, proyectos inacabados, no iniciados o abortados de nuestros gobernantes es de libro. Pero lo más grave ha sido el fraude continuado que han ejercido con el dinero de nuestros impuestos, gastando más que el recaudado, pero gastando en proyectos innecesarios y en subvenciones despilfarradoras.
En estas condiciones no es extraño que nuestra economía esté en el punto de no retorno, por muchas promesas que dirijan políticos, funcionarios y burócratas cada vez somos más los que no creemos en la recuperación prometida. Las reformas estructurales tan publicitadas hace solo un año, no despiertan interés ni confianza. La del mercado laboral nos ha dejado en el mismo sitio que estábamos -se apunta un paro del 25 % de la población activa al final de 2012-, y la financiera que está por llegar y que su lógica estaba en ofrecer crédito a familias y empresas, no tiene posibilidad de conseguir el objetivo porque el Estado va a continuar gastando el dinero de impuestos aún no cobrados en nacionalizar bancos o inyectar dinero a la empresa o banco donde se depositen los activos tóxicos inmobiliarios y financieros.
Así las cosas, la economía productiva que es la única que puede salvarnos de la crisis económica, se encuentra maniatada porque el Estado español tiene a su disposición el dinero que necesita y las leyes para canalizarlo.

La desconfianza está abriendo el camino al desánimo, a la impotencia y a las ganas de ahuecar el ala sobre todo en jóvenes. Hay demasiados impedimentos para ejercer la libertad de mercado, la que promueve proyectos con ánimo de lucro, la que es depositaria de nuestra confianza. Obstaculizando la libertad de contrato laboral, impidiendo el acceso al crédito, aumentando los impuestos, mantiene el gobierno maniatada la economía productiva.
Nouriel Rubini puede tener más razón que nunca: España hará una quita de su deuda en 2015.
Rafael Rovira
miércoles, 9 de mayo de 2012
Salir de la pobreza
Manuel Ayau fué Rector de la Universidad Francisco Marroquín, de Guatemala. La pobreza es una constante en aquél pais y el Dr. Ayau luchó en vida por transmitir los valores occidentales para ayudar a salir de la crisis crónica que viven casi todos los paises del centro y sur de América. El objetivo es cómo un pais puede alcanzar la riqueza. Es una serie de tres vídeos. Les enlazo el primero y en Youtobe encontrarán los otros dos.
http://www.youtube.com/watch?v=ErhIdGF_e5s&feature=player_embedded
Rafael Rovira
http://www.youtube.com/watch?v=ErhIdGF_e5s&feature=player_embedded
Rafael Rovira
sábado, 5 de mayo de 2012
Moros, Cristianos, festeros y espectadores

Volvamos a la fiesta. Quieren cambiar el orden de la
Entrada, creo que para mejorar el espectáculo. Tienen razón, el desfile
convendría cerrarlo con espectáculo, Embajador y Abanderado. Y es que después
de ver desfilar al boato de este cargo, la Entrada se suele hacer pesada … para
el espectador, el festero sigue disfrutando. Si echamos la mirada a nuestros
vecinos los alcoyanos, el éxito está asegurado porque la competencia entre
capitanes y alféreces es tan evidente que las comparaciones son habituales
entre los espectadores: el traje, la carroza, la favorita, el ballet, la
escuadra, etc de ambos conjuntos son materia de comentarios y los gustos
afloran por doquier, lo cual es un buen acicate para el mayor esplendor de la
fiesta.
Los festeros deben tomar en consideración si la ausencia de
cargos entre el Capitán y la Embajada, median diez comparsas, puede dar origen
al mismo efecto rutina como hasta ahora, pero aumentado, ya que la reiteración
de trajes de gala y de negros no garantiza el espectáculo que todos
quisiéramos.

La Entrada de Moros y Cristianos es el acto más emblemático
de la fiesta. Los cambios, aunque importantes, no siempre son necesarios.
Cambiar para ver qué pasa no es la mejor política. Costumbre y tradición pesan
mucho en el corazón de festeros y, sobre todo, de espectadores. Las
imposiciones siempre son mal recibidas, desvían
la trayectoria de las costumbres. Es conveniente la negociación razonada
entre las partes. El acuerdo es el mejor resultado.
Rafael Rovira
viernes, 4 de mayo de 2012
Neoliberalismo expres
“Qui
sent la
llibertat té més forces per viure” Raimon
Los intervencionistas, entre los cuales la izquierda ha
invertido gran parte de su activo político, se han empeñado en arrinconar el
liberalismo en los sótanos del estado para poder campar a sus anchas e
imponerse en una sociedad maniatada por el pensamiento único. Una observación:
el pensamiento único rara vez habla de liberalismo a secas, quizás porque
quiera apropiárselo y vaciarlo de contenido para negarle la cualidad liberal a
la derecha, nada difícil de conseguir por otra parte.
Josep Francés advierte en el panfleto “Compromís per Ontinyent recolza la manifestació del 1 de maig en contra de les polítiques neoliberals” que “el fracàs de les polítiques neoliberals és un fet inqüestionable” y arenga a sus seguidores apoyar la manifestación convocada por sindicatos. Precisamente porque la políticas liberales se basan en que los ciudadanos puedan elegir con absoluta libertad sus preferencias, no entiendo por qué el líder de Compromís carga contra los que queremos decidir lo que nos conviene con absoluta libertad.
Francés debe explicar el fracaso del liberalismo en la
crisis económica, en lugar de usarlo como arma para predicar a sus acólitos.
Porque si liberal es no poder optar a la elección del tipo de asistencia
sanitaria, a la educación que yo quiero para mis hijos, al ahorro para
capitalizar una pensión digna donde no se entrometa el estado con recortes, si
es liberal mantener un estado de subsidios, maniatar al contribuyente con los
incrementos de impuestos, ayudar a la banca para salvarse de la quiebra, y si mantiene que el mercado es el origen del
Mal en vez de comprender que es donde se establecen los mejores y firmes lazos
de progreso, de cooperación y de amistad, si es liberal mantener un macroestado
imposible de sufragar, habrá que pensar en el intervencionismo redentor que nos
acabe hurtando la menguada autonomía que disponemos.
Francés y su equipo han hecho una buena labor en la
administración del presupuesto municipal, precisamente porque los ayuntamientos
anteriores gastaban lo que no podían ni debían. Y para ello ha utilizado
principios formales útiles tanto en familias como en empresas, como es eliminar
gastos inútiles para compensar la balanza de los escasos ingresos. Esos
principios están basados en la pérdida de oportunidad del individuo que no puede alcanzar los
recursos necesarios para continuar su actividad laboral o económica, en
unos casos o, lo que es peor, para mantener la propia subsistencia, oportunidad
perdida que limita las posibilidades de alcanzar objetivos. Pierdo libertad cuando
no dispongo de recursos suficientes para activar mis proyectos. Efectivamente,
Josep Francés ha utilizado principios basados en la libertad para que ni
ayuntamiento, ni familias, ni empresas se sometan a más imposición fiscal que
inmovilice iniciativas.
Intervencionista y antiliberal sería la política municipal basada
en aumentar subvenciones “porque son derechos sociales irrenunciables”, nos
dicen como pretexto para abordar más impuestos y tasas, son antiliberales los
impedimentos que siguen existiendo para crear una actividad económica o las
falsas expectativas puestas en el hospital, la universidad o el puente, aunque
estas últimas entren en el campo de las ilusiones que daño no producen.
Liberalismo no es
otro concepto que el de la libertad, aquél donde nos movemos día a día,
por el cual elegimos lo que nos conviene respetando a los demás, es el campo de
la cooperación, del intercambio, donde se reconoce y respeta el contrato libre
entre las partes y la propiedad es intocable, así como nuestra seguridad ante
las agresiones y nuestra vida.
En aquél mundo oprimido de nuestra universitaria juventud
oíamos cantar a Raimon en el campus “per unes quantes hores ens varem sentir lliures i qui
sent la llibertat té més forces per viure”. Entonces fue una ansiosa ilusión,
esperanza en la revuelta para conquistar lo desconocido. Hoy es una realidad el
peso opresor que un estado inmenso ejerce sobre sus ciudadanos en forma de
impuestos y prescripciones contra el derecho.
Rafael Rovira
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